La llegada del calor y la pesadez de piernas
Sentir las piernas cansadas después de un entrenamiento o un largo día de pie es normal. Sin embargo, las piernas que se sienten pesadas, rígidas y cansadas sin razón aparente pueden ser un signo de algún desequilibrio circulatorio.
La llegada del calor activa este tipo de molestias que pueden llegar a producir ardores, picores, hinchazón o incluso síndrome de piernas inquietas.
Para encontrar el tratamiento adecuado es importante determinar la causa, para lo cual debes consultar siempre con un especialista. Sin embargo, en este artículo os dejamos algunos remedios caseros que puedes aplicar para aliviar los síntomas.
En este artículo, analizamos una variedad de estas posibles causas, junto con las opciones de tratamiento para ellas.
Causas de piernas cansadas
Las piernas cansadas pueden ser un signo de una serie de afecciones o trastornos en el cuerpo.
En términos generales, las piernas cansadas indican que hay un desequilibrio circulatorio, y a menudo se trata de una insuficiencia circulatoria venosa (ICV). Es decir, el organismo debe hacer un esfuerzo extra para superar el efecto de la gravedad y dirigir la sangre de pies y piernas, de nuevo al corazón.
Las venas y válvulas en una persona con ICV se debilitan, lo que a menudo puede causar molestias como piernas cansadas, pesadez, hinchazón, varices o arañas vasculares.
¿Cómo aliviar el dolor de las piernas cansadas?
1. MUÉVE ESAS PIERNAS
¡Primero de nuestro 5 remedios para piernas cansadas es apostar por él movimiento! Para ayudar el movimiento sanguíneo y prevenir el estancamiento, intenta practicar ejercicio todo el año. Salir a andar y algo de Yoga suave es suficiente para mantener las venas tonificadas.
2. PIERNAS EN ALTO
Cada vez que sientas pesadez, puedes elevar las piernas para aliviar la sensación, pero también es recomendable, dormir con un poquito de elevación (3 cm es suficiente)
3. APLÍCATE AGUA FRÍA
Aplicar agua fría al acabar nuestra ducha ayuda a provocar la gimnasia vascular que supone la dilatación y contracción alterna de arterias y venas.
Y si lo tienes a tu alcance, anda a la orilla del mar dejando que las olas te den un ligero masaje y anda en el agua fría de un río.
Recuerda que, a veces, ¡la naturaleza sola nos sana!
4. TOMA INFUSIONES PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN
Existen plantas muy eficaces para mejorar la circulación y fortalecer las venas y los capilares.
Las infusiones de castaño de Indias, rusco, vid roja, hamamelis o ciprés, por ejemplo, son perfectas para tomar desde que empieza el calor hasta el otoño. Podemos tomar 2 o 3 tazas al día tanto calientes, como fresquitas.
5. PIERNAS SUELTAS
Por último, no comprimas tus piernas con prendas ajustadas, como calcetines y pantalones estrechos y opta por tejidos transpirables, como lino o algodón.
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