Sequedad vs. hidratación

El otoño es la estación donde más podemos notar sequedad en la piel. Por un lado es un proceso natural, por otro, hay que cuidarse este aspecto con más interés para no pasar el invierno acartonadas.

Es una suerte poder contar con sustancias naturales para cuidar la sequedad de nuestra piel. Porque a la vez que la cuidamos nos nutrimos y nos protegemos.

Si el problema de sequedad es parte de un desequilibrio cutáneo, es posible que ninguna de estas tres sustancias tenga contraindicaciones. Al contrario, pueden ayudarte a devolverte el equilibrio o como mínimo aliviar los molestos síntomas.

sequedad piel manos

1. Manteca de Karité

Esta manteca, conocida en inglés como “shea butter”, proviene de las sabanas de África occidental. En países como Mali, o Costa de Marfil encontramos el árbol de Karité cuyos frutos son una especie de nueces de donde se extrae esta sustancia. Por ser un producto comestible, los locales lo usan en su cocina, sin embargo, se la conoce principalmente por sus propiedades cosméticas.

Debido a sus numerosas propiedades se aplica principalmente a nivel cutáneo, pero también hidratar y nutrir el cabello.

Es rica en ácidos grasos, vitaminas A, D, E, F pero también látex y lípidos insaponificables (que no se diluyen con el agua). Esto la convierte en un producto reparador, suavizante, que aporta flexibilidad a la piel y la hidrata en profundidad.

El uso habitual de la manteca de karité tiene la capacidad de prevenir el envejecimiento de la piel y retrasa la aparición de arrugas. Actúa recubriendo la piel con una película invisible que evita la deshidratación, la protege de las agresiones externas, como el clima (sol, viento, etc.) o las rozaduras.

Elijamos usarla a diario o no, esta manteca natural es recomendable tenerla en casa porque la podemos aplicar en múltiples casos, como unos labios secos, una rozadura o irritación de la piel, un pelo encrespado, unas grietas en los talones, sabañones, etc.

2. Miel

La miel es bien conocida y suele estar presente en la mayoría de nuestras cocinas. Sus propiedades son numerosísimas para todo tipo de afecciones pero especialmente es un producto espectacular para el cuidado de la piel.

Aquí nos vamos a centrar en sus propiedades hidratantes, pero a nivel cutáneo es un gran regenerador, antiséptico, antibacteriano y fungicida que lo hace un ungüento perfecto para la desinfección y cicatrización de heridas así como para hongos en la piel o uñas.

Su capacidad de gran hidratación se da porque las enzimas presentes en la miel vehiculizan la hidratación a las partes mas profundas de la epidermis. Y junto a sus propiedades antioxidantes, hacen que este producto se vuelva un ingrediente básico e imprescindible en todas las cremas, lociones corporales y productos capilares. Ya sean anti-edad, hidratantes, limpiadores, reguladores de la grasa o calmante, pues todas estas propiedades están contenidas en este “oro líquido”.

3. Aloe Vera

Otro de los productos, económicos, naturales, accesibles, y que deberíamos tener siempre en casa es el aloe vera.

Al igual que la miel, sus propiedades son numerosas, no solo para el cuidado de la piel, sino también para la salud en general, como para el sistema digestivo, o el sistema inmunitario.

El aloe vera también hidrata profundamente la piel sin engrasar, por eso es apropiado para todo tipo de pieles. Si tu piel es muy seca, puedes mezclarlo con algún aceite vegetal como el de sésamo para reforzar su acción hidratante. A su vez, es recomendado para pieles acneicas o grasas porque también regula el exceso de sebo.

Gracias a su contenido en fitosteroles y emolina, el aloe vera cuenta con propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Si lo aplicas directamente en quemaduras o picaduras, o como loción calmante después de la depilación o el afeitado, regenera la piel de tal manera que evita el rastro de marcas y cicatrices.

Las hormonas vegetales y los antioxidantes presentes en el aloe vera estimulan el crecimiento de las células de la piel con lo que un uso continuado como como crema hidratante diaria tiene un alto poder rejuvenecedor.

Disfruta de una vida sana y equilibrada cuidando tu cuerpo, y adoptando hábitos naturales.

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