Un llamador de ángeles es una pequeña pero hermosa pieza de joyería utilizada como amuleto de protección desde hace muchos años en diversos lugares del mundo. El llamador de ángeles posee una forma de esfera que en cuyo interior posee una esfera de menor tamaño que emite un sonido muy particular al ser agitada, un sonido bastante sutil y armonioso. La esfera exterior puede tener una apariencia lisa o puede presentar un bonito labrado, mientras que la del interior es una esfera lisa.
La leyenda del llamador de Ángeles
Las leyendas cuentan que hace millones los humanos convivían con sus ángeles guardianes o ángeles guías. Estos eran los encargados de proteger a las personas y velar por su seguridad. Un día, ángeles y humanos tuvieron que separarse y los ángeles volaron a otro lugar dejando a sus humanos solos en la tierra.
Los ángeles no desean desamparar a las personas, por eso decidieron entregar una pequeña esfera que producía un sonido muy armonioso al será agitada, sonido que a ellos les agrada mucho. Les explicaron a los humanos que cuando los necesitaran, solo debían sonar el amuleto y ellos vendrían a protegerlos como siempre lo habían hecho. Así, según las creencias, cada persona tiene un Ángel guardián y cada esfera emite un sonido particular que solo un Ángel reconocerá. Es por eso que cada amuleto es únicamente para una persona, no debe ser usado ni tocado por nadie más.
Cuando poner el llamador de ángeles
El llamador de ángeles suele ser utilizado por las embarazadas a partir de la semana 16, que es el momento aproximado en donde la madre puede empezar a sentir a su pequeño moverse en su interior.
Debe ser colocado a la altura del ombligo de la madre, para ello debe ser utilizado un cordón de aproximadamente 60 cm de largo. La idea es que el amuleto se encuentre lo más cerca posible del bebé para lograr su protección.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.